10 Mitos Acerca de la Iglesia Orgánica – Mito 9: Las Iglesias Orgánicas terminan siempre viendo hacia ellos mismos solamente
[pullquote]Mucha gente tiene la impresión de que todas las Iglesias orgánicas están solo preocupados por ellos mismos y no tienen carga o visión por el pobre o el perdido.[/pullquote]
Ahora bien, debo admitir que hay algunos que caen en esta trampa. De hecho, yo fui parte de un grupo como estos por algún tiempo. Aparentemente no había una revelación del corazón de Dios con respecto al pobre, oprimido, y aquellos que no le conocen. Este grupo volvió sus miradas hacia ellos mismos como un estanque donde el agua no fluye hacia ningún lado. Debo decir que en definitiva es una actitud muy peligrosa y definitivamente tóxica que impedirá el crecimiento espiritual y numérico del grupo.
En pocas palabras, el Cuerpo de Cristo existe para expresar a la Persona de Cristo. Tal como tu cuerpo físico expresa la vida que hay dentro de él, a ti! Así que, el Cuerpo de Cristo existe para expresar a la persona que vive dentro, a Jesucristo mismo, esto incluye todos los aspectos de su vida, carácter y misión.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.” (Lucas 4:18-19)
En este pasaje del evangelio (y en muchos otros) es muy evidente que Jesús vino a traer vida, y vida en abundancia (Juan 10:10). Él vino para impartirla a aquellos que estuvieran enfermos, oprimidos, afligidos, y pecadores. Dios en definitiva tiene un corazón para los pobres y perdidos. No hay ninguna duda en esto. Así que ¿en dónde pues radica el problema?
[pullquote]El problema es un asunto de vida[/pullquote]
El problema es que muchos de los creyentes que dejan las instituciones, balancean el péndulo hacia una de estas dos formas: O hay un total abandono a todo lo que tenga que ver con el hacer o servir al Señor, o hay un total énfasis en hacer y servir más debido a que las instituciones simplemente no están haciendo suficiente. Al parecer existe aquí una dicotomía.
[pullquote]Los grupos con énfasis en lo subjetivo[/pullquote]
Estas son las personas que dejan las instituciones y solo quieren “ser”, y no “hacer”. Estos fueron “consumidos” por hacer buenas obras y servir al Señor en el sistema. Desean conocer al Señor en una forma más profunda y descubrir de que se trata la vida del cuerpo. Quieren dejar de hacer y comenzar a conocer y ser. Muchos de ellos sienten repulsión a cualquier cosa que se vea como servicio al Señor.
Ahora bien, personalmente simpatizo completamente con este grupo, pero solo hasta cierto punto. Cuando abandoné el sistema religioso también estaba consumido por esta conocida palabra llamada ministerio, y fuertemente deseé el conocer al Señor en una forma más profunda, el descubrirle en Su Iglesia. Yo necesitaba “desintoxicarme” de muchas de las mentalidades y paradigmas que aprendí cuando pertenecía a la institución. El problema viene cuando la gente se queda estacionada en esta condición lo cual es muy natural en aquellos que solo tienen un entendimiento individualista de la vida Cristiana.
Si te reúnes con un grupo de creyentes que están en esta condición y los sientas en la sala de una casa para proponerles que funcionen “orgánicamente” ¿Qué crees que sucedería? Ellos podrán “alimentarse” unos a otros de acuerdo a su subjetiva forma de pensar mas nunca llegar a conclusiones. Cuando vemos a Cristo como realmente Él es (Cabeza y Cuerpo), y vemos que el propósito del Cuerpo es el expresar la vida de la Cabeza, ¡pasa algo diferente! Hablaré de esto más adelante.
[pullquote]Los grupos con énfasis en lo objetivo[/pullquote]
Este grupo de creyentes dejan las instituciones porque ellos creen que han encontrado un mejor camino para cumplir la gran comisión y el anhelo del corazón de Dios por los pobres y los perdidos. Lo subjetivo generalmente es completamente ignorado y todo tiene que ver con buenas obras y alcanzar a otras personas. Estos grupos usualmente son extremadamente evangelísticos y/o preocupados por las acciones sociales, llevando a la “iglesia” a las calles para alcanzar a las personas.
Por supuesto, todo esto es verdad. El problema está en la dicotomía. Pero HAY un tercer camino.
[pullquote]La perspectiva completa[/pullquote]
Estas no son dos partes mutuamente exclusivas! Ambas conforman el todo. Sin embargo, la mayoría de los grupos fuera del sistema religioso gravitarán en uno de estos dos caminos, dependiendo de su trasfondo y experiencias de iglesia.
Creo que la respuesta es el comenzar con lo subjetivo, con miras hacia lo objetivo. Los comienzos son extremadamente importantes! El fundamento de un grupo lo es todo, y si ese fundamento es algo diferente a Jesucristo mismo, no servirá el fundamento, y sin fundamento tampoco se podrá erigir un edificio. Nuestro Centro, Vida, y Cabeza debe ser la persona de Cristo. Por supuesto, esto incluye todo lo que Él es y hace. Pero se necesita comenzar primeramente con el Nuevo Pacto. Al que Pablo llamó el Evangelio.
“… a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre…” ~ Colosenses 1:27-28
Este “misterio” de Cristo en ti (en todos ustedes) es lo que Pablo anunció. Este fue su evangelio. Las buenas nuevas fueron una Persona, la persona de Jesucristo. Pero era esta Persona en una ubicación en particular: en ustedes! Aquí es donde debemos comenzar o terminaremos realizando buenas obras en nuestras propias fuerzas y no por Cristo. No es suficiente el hacer algo PARA Cristo, necesitamos que las obras sean realizadas ¡POR Cristo! En otras palabras, debe ser Cristo mismo haciendo todas las cosas a través de nosotros.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” ~ Gálatas 2:20
De manera que necesitamos comenzar con la Persona de Cristo y aprender a vivir por Aquel que vive en nosotros. Esto significa una continua muerte a nosotros mismos para vivir por Su vida. Ambos, muerte y resurrección, deben trabajar en nosotros continuamente. ¡Pero esta no es una vida de aislamiento! Es una vida dentro del contexto de Su Cuerpo. De manera que el llamado es a vivir por Su vida ¡JUNTOS!
El resultado de esta Vida será la expresión completa de Jesucristo en y a través de Su Cuerpo. Esto incluye Su deseo de que la Iglesia sea una luz a las naciones. Esto incluye Su amor por el pobre y oprimido, y si esta expresión no refleja todo esto, entonces existe algo seriamente mal con la vida de ese grupo.
Dios quiere que la plenitud de Su Hijo sea expresada en Su Cuerpo. Eso incluye Su carácter, Su naturaleza, Su vida, Su misión, y Su obra.
“… y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” ~ Efesios 1:22-23
/ Traducido al español por Rodrigo Aguilera (@rodaguileramx) /